La carne está para sufrir
La llaga y la brasa aventajan al placer
Y no hay antídoto para la vida.
Yo también supe creer
Que el amor sería garantía hasta el final
Pero era solo un espejismo más.
Ya no hay necesidad de pedir perdón
En un tren muy lejos ya me voy
Donde nunca más me puedan encontrar.
Adiós, adiós, destino cruel
En la otra vida te veré
Hoy solo quiero descansar.
La pasión se extingue con vivir
Deja cenizas que una brisa pronto llevará
Y siempre estamos solos.
Yo también me dejé llevar
Por unos ojos brujos que ya no me mirarán
Con el fulgor de la primicia.
Ya no hay necesidad de pedir perdón
En un tren muy lejos ya me voy
Donde nunca más me puedan encontrar.
Adiós, adiós, destino cruel
En la otra vida te veré
Hoy solo quiero descansar.
Y con el aliento del final
Descubrí consuelo en la verdad
De que no vine aquí a recibir, sino a dar.
Lágrimas ajenas encontré
En un muy vapuleado amor
Me levanté y me puse de pie.
Y sin más que la confusión
Volví a pelearle al dolor
No era mi tiempo ni mi lugar.
elena massa: coros
juan m. candal: voz, guitarras, bajo, programación.
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